Situado en una céntrica zona de la ciudad, el cementerio, inaugurado en 1866, ocupa una superficie de 250.000 metros cuadrados y es resultado del proyecto del arquitecto Carlo Maciachini. Es uno de los dos cementerios más grandes de Milán, junto con el de Cimitero Maggiore. Dar un paseo entre sus tumbas y monumentos funerarios es como visitar un museo al aire libre.