La vicepresidenta maneja sus tiempos y no los cambiará a pesar de las presiones de los morados para salvar las elecciones autonómicas.
La convocatoria de elecciones en Castilla y León no va a modificar ni un milímetro los planes y los tiempos que maneja la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, en su proyecto del Frente Amplio, destinado a aglutinar a toda la izquierda del PSOE bajo una misma candidatura. Es precisamente lo contrario de lo que esperaba Podemos, que pretendía acelerar la construcción del Frente Amplio para someterlo a su primera prueba de fuego el próximo 13 de febrero.
"El proyecto aún no ha empezado", señalan fuentes cercanas a Yolanda Díaz a Libertad Digital. Sin embargo, el tiempo ha empezado a correr en contra de los morados, que deseaban contar con el comodín Yolanda Díaz como revulsivo ante una cita que les pilla a contrapié.
"Estamos muy ilusionados de que la primera parada de ese frente amplio de Yolanda Díaz sea Castila y León", aseguró este lunes el portavoz nacional de Podemos, Pablo Fernández, durante la rueda de prensa posterior a la ejecutiva. El problema es que el partido ni siquiera había hablado con la vicepresidenta antes de vender la idea a medios de comunicación y posibles electores, tal y como reconoció el propio Fernández, también secretario general de Podemos Castilla y León.
"No hemos tenido oportunidad de hablar con Yolanda Díaz; hablaremos con ella en las próximas horas, pero trabajamos y caminamos todos a una", reconoció Fernández, que a pesar de todo, jugó sus cartas para intentar forzar un adelanto de los tiempos: "Ella ya ha dicho que estamos trabajando para ese frente amplio que incorpore a partidos políticos y a la sociedad civil, y en Castilla y León llevábamos tiempo trabajando en ese sentido y va a fructificar ese frente amplio".
La jugada no le ha salido bien a Podemos. Fuentes cercanas a Yolanda Díaz han asegurado a este periódico que el adelanto electoral en Castilla y León "no ha modificado ni va a modificar" los tiempos de la vicepresidenta con respecto al proyecto del Frente Amplio. Por lo que todo apunta a que Podemos acudirá a las urnas el 13 de febrero sin el dopaje del efecto vicepresidenta.
En las elecciones de 2019, los morados ya sufrieron un duro golpe tras perder siete puntos y ocho asientos en el parlamento regional. Actualmente cuentan con dos escaños y algo menos del 5% de los votos. Según la primera encuesta publicada tras la convocatoria de Fernández Mañueco, el batacazo que se espera en el PSOE no serviría para que Unidas Podemos mejore sus expectativas: el partido morado tendría un 5,9% de voto, sólo unas décimas más que en 2019, y los mismos dos escaños que obtuvo entonces.
También hay que tener en cuenta que las encuestas no recogen la candidatura de España Vaciada, que va a utilizar estas elecciones autonómicas como laboratorio de pruebas de cara a las próximas generales, según anunció ayer el portavoz de Soria ¡Ya!, una plataforma que conforma la Coordinadora de la España Vaciada.
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