Yolanda Díaz afirma que en la subida de las cotizaciones "está la impronta de la patronal" aunque se han negado por unanimidad a firmar el acuerdo.
El Gobierno defiende que la ampliación de las cotizaciones tiene "la impronta de la patronal" aunque "no haya querido firmar". "Lo importante es el diálogo social con el acuerdo de todos", afirmaba la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
La vicepresidenta segunda salía así en defensa de la norma del ministro de Seguridad Social José Luis Escrivá quien no ha contado con el respaldo de la CEOE ni de Cepyme. El apoyo de la ministra de Trabajo se produce con la reforma laboral como trasfondo. Una norma que su ministerio espera tener cerrada a finales de este mes para empezar a debatir con otros grupos parlamentarios. Díaz reitera que quiere contar con "el diálogo social" aunque no descarta que suceda como en el caso de las pensiones.
En este caso, Díaz afirmaba que , "por alguna razón, en el último instante, la patronal no ha querido firmar". "Desconozco sin son presiones", añadía en tono enigmático para luego añadir que "cada parte defiende sus intereses".
Fuentes del Ejecutivo no temen sanciones de Bruselas por pactar una reforma de las pensiones sin la patronal porque, defienden, "ha habido un diálogo social previo". También en el Ministerio de Trabajo comparten esa visión. "Lo que pide la Comisión es diálogo social". Es decir, según el Ejecutivo, piden que exista una mesa aunque al final una de las partes se caiga de la firma. En esa idea también trabajan en el entorno de Díaz de cara a la reforma laboral.
"Cuando nos sentamos a negociar, una persona entra con un vestido y sale con otro", añadía la vicepresidenta segunda en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Su optimismo era compartido por la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, quien anunciaba que esa mañana habían "celebrado con los sindicatos el acuerdo".
"No nos conformamos con dar tranquilidad a los pensionistas de hoy. También a los del mañana. Vamos a volver llenar la hucha de las pensiones", añadía exultante la ministra de Política Territorial quien culpaba al PP de "vaciar la hucha". La portavoz afirmaba que el aumento de cotizaciones no afectará al poder adquisitivo de los trabajadores. "Será de apenas uno o dos euros al mes", sentenciaba Rodríguez.
En el Senado, el presidente del Gobierno respondía al portavoz del PP, Javier Maroto, quien tachaba el aumento de las cotizaciones como "impuesto al empleo". Pedro Sánchez aseguraba que la respuesta del PP es "devaluar los salarios" y "aumentar impuestos", recordando la política fiscal de Rajoy.
Las principales preguntas sobre el futuro de la Seguridad Social permanecen sin respuesta. Y la subida de las cotizaciones parece apenas un parche.
Desnudamos las falacias en las que PSOE y Podemos apoyan su "contrarreforma laboral".
Pedro Sánchez invita a La Moncloa al líder de UGT, Pepe Álvarez, y de CCOO, Unai Sordo, para hacerse una foto al margen de la patronal.
Los sindicatos lo califican como "un éxito sindical indiscutible". El sablazo alcanzará los 50.000 millones de euros.
La propuesta del Ejecutivo "tiene poco de intergeneracional ya que carga todos los esfuerzos sobre los trabajadores actuales y futuros".
Si lo que ha afirmado el ministro de Seguridad Social es cierto, sería la primera vez que un Gobierno promete a Bruselas más gasto y no menos.