Los manifestantes también están contra la obligación del pasaporte covid para acceder a determinados locales.
Unas 3.000 personas, según la Guardia Urbana, se han manifestado esta tarde por el centro de Barcelona en protesta por la dispensación de vacunas contra la covid-19, especialmente en niños, así como por la obligación de disponer de un certificado covid para poder acceder a determinados locales, entre ellos los restaurantes.
Convocadas en las redes sociales por diversas plataformas antivacunas, los manifestantes han marchado desde la plaza Universitat hasta la de Sant Jaume con pancartas en la que se podía leer "Dejad vivir a los niños y niñas" o "Pasaporte sanitario = Estado totalitario", "Respect our choice" ("Respetad nuestra elección"), y con ilustraciones de la estrella de David, un emblema del judaísmo. Los manifestantes también han gritado "Libertad" y han cantado consignas como "Una dosis es trombosis".
Los manifestantes, la mayoría sin mascarilla y de diferentes edades, han lanzado consignas a favor de la libertad mientras portaban pancartas contra la información que se ofrece en las televisiones sobre la pandemia de la covid o en las que se afirmaba que "no es una vacuna, es un experimento".
La marcha ha transcurrido sin incidentes aunque se han vivido momentos de tensión a su paso frente a algunos restaurantes de la Via Laietana que pedían el certificado de vacunación para acceder al local. Algunos manifestantes han abierto las puertas de establecimientos y han chillado a las personas que se encontraban en el interior, y otros, desde fuera, han gritado a través de los cristales: "Es ilegal, el pasaporte covid".
La policía ha utilizado cañones de agua y gas lacrimógeno para dispersar a algunos manifestantes que protestaban contra las nuevas medidas anti-covid.
Reconoce que la vacuna del coronavirus "te salva la vida".
La cuarta ola está siendo la peor: más muertos, contagios e ingresos en UCI. La clave está en la baja vacunación. Matilde Cañelles lo explica para LD.
Que los líderes del PP y Vox dejen de hacerse favores con sus errores. Y si no se han vacunado, que se vacunen. Los necesitamos sanos para cumplir con su obligación.
El movimiento antivacunas ataca a los medios que destapan sus vergüenzas y ponen en peligro su chiringuito, como esRadio o Quillette.
A veces tanta presión resulta incómoda pero te mantiene despierto, ayuda a entender que llevemos 22 años de tralla y, sobre todo, genera anticuerpos.
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La policía investiga a grupos "No-Vax" que, tras varios casos de amenazas y agresiones, planificaban disturbios con cuchillos y artefactos caseros.