El nuevo abad del monasterio benedictino es Manel Gasch Hurios, hasta ahora mayordomo y administrador.
Los monjes benedictinos de Montserrat tienen nuevo abad. Manel Gasch Hurios es el sustituto de Josep Maria Soler, cuyo mandato ha estado marcado por la profusión de denuncias por abusos sexuales y un cierto oscurantismo del cenobio en el tratamiento de los casos.
Soler, que en agosto cumplió 75 años, edad para el relevo, da paso a Gasch Hurios, quien hasta ahora ejercía los cargos de mayordomo y administrador del cenobio y que era considerado el número tres en el "escalafón" abacial. El nuevo abad tiene 51 años e ingresó en el monasterio en 1996, tres años después de licenciarse en derecho.
Manel Gasch fue uno de los firmantes del manifiesto a favor del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 suscrito por algo más de trescientos sacerdotes catalanes. De marcado perfil separatista, Gasch es hijo de los fundadores de la cooperativa de abogados Colectivo Ronda.
Con su designación, la abadía de Montserrat continúa en manos del independentismo como uno de los principales símbolos del apoyo de la Iglesia en Cataluña a la causa de los golpistas.
La Sindicatura de Cuentas de Cataluña destapa dos millones en subvenciones al margen de la normativa al Patronato Montaña de Montserrat.
Soler pidió perdón a las víctimas y anunció que creará nuevos mecanismos de protección a menores, aunque sin precisar cómo.
Los sacerdotes Manel Pousa y Cinto Busquet atribuyen a causas políticas la difusión de los escándalos del monasterio benedictino.
El abad solo informó a Roma cuando el principal acusado ya había fallecido y una de sus víctimas amenazó con acudir a los medios.