El presidente califica al líder del PP de "sirviente" de Vox: "España necesita una oposición que no esté bajo el complejo de la ultraderecha".
Se veía venir el choque de trenes pero, ante la magnitud de la crisis en el Partido Popular provocada por la debacle de las elecciones catalanas, la colisión durante la sesión de control fue más comedida de lo esperado. El líder del PP, Pablo Casado, prefirió jugar a la ofensiva desde el principio preguntando "cuándo va a cesar a su vicepresidente".
"Pablo Iglesias miente más que habla, amenaza el estado del bienestar, nos lleva al populismo de la Venezuela de Chávez, solo le importa el control de jueces y espías. Critica al jefe del Estado, dice que ETA tenía motivaciones políticas, lanza una web para señalar a periodistas críticos… hasta que ayer han imputado al fundador de su partido. ¿Cuándo va a cesar a su vicepresidente?", preguntó el líder del PP.
La respuesta inicial de Sánchez fue polite: "Hombre, con la que está cayendo en el PP hablarme usted de ceses... me parece irónico". El presidente Sánchez obvió las cuestiones relacionadas con su vicepresidente y se centró en la crisis del centro derecha y en mostrarle el camino: "Usted tiene que elegir entre el camino de la moderación o el camino de la perdición de la ultraderecha... Arrime el hombro", pidió ante la "necesidad de una oposición que no esté bajo el influjo y el complejo de la ultraderecha" y con la que se pueda pactar, entre otras cosas, el Consejo General del Poder Judicial.
Casado no se achantó: "Ahora que está de moda, señor Sánchez, menos lobos... que a usted también le adelantó el BNG en Galicia y su gobierno es el camarote de los hermanos Marx". Y anunció: "Lo que vamos a conseguir es acabar con la jaula de grillos de Moncloa y que los españoles recuperemos el sueño".
Sánchez se quitó la careta para darle la puntilla a Casado en forma de recomendación: "Le recomiendo la película El Sirviente", a modo de comparación con la formación de Santiago Abascal: "Al final, el sirviente acaba imponiendo sus demandas y es el que manda y el señor el que obedece. Elija entre el camino de la moderación o la perdición de la ultraderecha".
Sánchez, Calvo e Iglesias forman un frente común para acabar con el poder del PP en Madrid, Andalucía y Murcia.
Casado no piensa sino en arremeter contra Vox. Y eso es una estrategia suicida, la acometa desde Génova o desde cualquier otra calle que se le antoje.
Los resultados de las elecciones al Parlamento regional de Cataluña no son una catástrofe. Son un coñazo, porque implican que vamos a tener que seguir soportando la matraca separatista catalana unos cuantos años más.
Convoca una convención nacional para "que vuelvan los que se han marchado".
Asegura Pablo Casado que no volverán a dar explicaciones sobre el caso Bárcenas.
Culpa al PP de la falta de interlocución entre ambos partidos y asegura que "Casado tendría que rectificar y coger el teléfono".