Asegura Pablo Casado que no volverán a dar explicaciones sobre el caso Bárcenas.
Terremoto en el Partido Popular. Los de Pablo Casado están convencidos de que el caso Bárcenas les ha lastrado en las pasadas elecciones catalanas del 14 de febrero en las que Vox ha conseguido adelantarles logrando 11 escaños mientras que ellos se han quedado con 3.
En Génova quieren dejar atrás el pasado del partido ligado a la corrupción y, por ello, este martes, Casado ha sorprendido a los suyos con un importante anuncio: el PP deja su sede y no volverá a dar explicaciones del caso Bárcenas.
"Esta dirección nacional no va a dar más explicaciones que correspondan al pasado y conductas individuales. No nos lo podemos permitir más con el calendario judicial que se avecina. El coste electoral es tremendo y tenemos que dejar de preocuparnos por nuestro pasado y ocuparnos del futuro", ha asegurado durante su discurso de la reunión de su Comité Ejecutivo Nacional.
Tras ello, Casado ha afirmado que "las hipotecas en política no son hereditarias y no podemos seguir pagando facturas de cuestiones que ni conocemos". Por ello, los populares cambiarán de sede nacional antes del verano "porque no debemos seguir en un edificio cuya reforma se está investigando esta misma semana en los tribunales", ha explicado.
Además, el PP creará un nuevo departamento dedicado a establecer mecanismos "de trasparencia" para tratar de desligarse por completo del pasado. Lo que no ha aclarado el líder del PP es cuál será la dirección de su nueva sede pero sí que ha querido escenificar una ruptura total con el pasado.
Tras la intervención Casado en el Comité, tan solo ha tomado la palabra dos dirigentes regionales de la formación: Isabel Díaz Ayuso y José Antonio Monago. Ambos han celebrado este cambio de sede.
La presidenta de la CAM ha celebrado "enormemente que dejemos la sede del PP". También, que se vaya a producir una convención nacional. "Vamos a ser el cambio que arroje luz y certidumbre", ha asegurado Díaz Ayuso mientras que Monago también ha elogiado el cambio y ambos han aplaudido la campaña realizada por Alejandro Fernández en Cataluña.
El discurso de Pablo Casado ha cambiado en los últimos años. En 2018, el entonces responsable de Comunicación del PP decía sobre la posible venta de Génova que "lo que nos va a hacer conectar con nuestro electorado no es cambiarnos al edificio de enfrente".
Entonces era Soraya Sáenz de Santamaría la que abría la puerta a la venta del edificio. Sin embargo, Martínez-Maíllo, coordinador general del PP por entonces, aseguraba no estar a favor de vender la sede de Génova y consideraba que "había otros debates mucho más relevantes".
Lo único que sabe es que quiere ser presidente del Gobierno. ¿Para hacer qué? Lo que sea. Eso es lo de menos.
Ese y no otro ha sido el problema de Casado y el PP desde hace meses: no hay ideas y no hay otro mensaje que no sea desmarcarse de Vox.
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