Las asperezas se limaron este lunes en la reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su vicepresidente, Pablo Iglesias, en un nuevo encuentro de coordinación del Ejecutivo de coalición. Sobre la mesa, la supuesta "incompatibilidad" entre Podemos y Ciudadanos que declararon los portavoces morados, Isa Serra y Rafael Mayoral, para negociar los Presupuestos Generales del Estado.
Una línea roja que se levantó en ese encuentro bilateral del Gobierno de coalición que venía a hablar con "una sola voz". El resultado es que no sólo habrá dos voces en el primer nivel del Ejecutivo sino también en el segundo, entre los negociadores presupuestarios que tendrán que amarrar los apoyos a las cuentas públicas. Esta es la pieza que se cobra Podemos a cambio de aceptar a Ciudadanos: estar presente en las negociaciones con la formación naranja para velar porque la esencia de los PGE siga siendo progresista y no liberal.
Una doble presencia a la que ha restado importancia la misma portavoz que en su día negó la existencia de "dos gobiernos en uno". La ministra, María Jesús Montero, que negociará mano a mano con el secretario de estado de Podemos, Nacho Álvarez, con quien se reúne esta misma tarde, enmarcaba en la normalidad este hecho: "Estarán miembros de Unidas Podemos y el secretario de Estado, como es normal. No va a haber ningún problema", dijo finalmente a la cuarta pregunta específica sobre el particular".
A preguntas de Libertad Digital, Montero se mostró "absolutamente convencida de que hay un punto de encuentro entre Ciudadanos y Podemos que nos permita encontrar unas cuentas públicas que seguro que serán mejor que las de Montoro" y en la que "tanto Ciudadanos como Unidas Podemos se encuentren cómodas" porque "la política requiere del consorcio de todos".
Un convencimiento que también expresó más sutilmente el jefe del Ejecutivo esta mañana en la cadena SER. Pedro Sánchez aseguró en plural que "somos conscientes de que tenemos que aprobar unos PGE progresistas y no excluyentes. No podemos excluir a ningún grupo político, repito, a ningún grupo político, para unos presupuestos imprescindibles, necesarios y que son condición sine qua non para poder encauzar la recuperación económica en nuestro país".
En privado, fuentes de Moncloa han enmarcado esta nueva fricción en el Gobierno de coalición en un "intento de Podemos de buscar visibilidad" que ven con normalidad en un Ejecutivo con dos partidos en el que "la parte minoritaria teme asistir como convidados de piedra" a la negociación. Podemos "necesitaba buscar su espacio mediático" y así fue la formación morada quien "filtró su preocupación con Podemos primero" y después la reunión entre Sánchez e Iglesias y el pacto de incorporar a los morados en las negociaciones.
Sea como fuere, el Gobierno está seguro de que Ciudadanos aceptará esa presencia de Podemos en las negociaciones por dos motivos. Primero, porque "lo crucial es que se abran camino los Presupuestos de la recuperación"; y segundo, porque no se reunirá con los partidos sino con el Gobierno, en tanto en cuanto el representante de Unidas Podemos es secretario de estado del Ejecutivo.
Por si acaso, la portavoz Montero quiso hacer un agradecimiento público a Ciudadanos en la víspera de la reunión entre Pedro Sánchez e Inés Arrimadas en Moncloa. "Quiero agradecer públicamente a Ciudadanos que está anteponiendo los intereses generales al cálculo partidista" más allá de la "desconfianza" que manifiesten con Podemos que "yo lo tomo como que habrá que hacer mas esfuerzo de síntesis y de diálogo".
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