La primera reacción fue la de las sonrisas. Sinceras y relajadas como la de quien libera la tensión contenida de un plumazo. Eso destilaban los miembros del Comité Electoral del PSOE a su llegada anoche a Ferraz pasada la una de la madrugada. Se felicitaban de haber conseguido ganar el debate en el bloque de la izquierda, de haber "desdibujado a Pablo Iglesias" a quien le reconocen que "hizo un buen debate" pero no lo suficiente como para contrarrestar la estrategia presidencial de Pedro Sánchez.
"Propuestas frente a reproches, soluciones frente a bloqueo", defendían vanagloriándose de la pugna entre las derechas que "se están desintegrando entre ellas" mientras Pedro Sánchez desplegaba una batería de "anuncios concretos realizables y creíbles". Costuras presidenciales de un lado y, del otro, la estrategia de relanzar a Santiago Abascal para menoscabar a Pablo Casado y conseguir aumentar la distancia entre PSOE y PP, la primera y la segunda fuerza. "Abascal es el claro ganador en el bloque de derechas"; "Vox lo va a petar"; "Yo, de Casado, estaría muy nervioso".
Comentarios que se escuchaba insistentemente en Ferraz demostrando que los nervios no son sólo exclusivos del PP. Aunque sólo los verbalizaban los estrategas más reflexivos: "Acabamos de hacer volar la abstención del PP", señalaban a Libertad Digital fuentes de Moncloa que dicen tener datos de que Vox está disputándole al PP la segunda fuerza en algunos territorios como Barcelona.
Las consecuencias serían claras: "Si Vox saca más de 50 escaños, será imposible que Casado acepte una abstención al PSOE" porque "tendrá las manos atadas y la presión de Abascal en la nuca". Una abstención técnica y patriótica del PP que estaba y sigue estando en la mente de Pedro Sánchez aunque ahora con más dudas y más inquietud.
Motivo por el que estas fuentes socialistas temen haberse "pasado de frenada" con la estrategia de alimentar a Vox frustrando la única vía posible que, a día de hoy, podría romper la dinámica de bloques y de bloqueo. Efecto boomerang, efecto Abascal.
Más de dos horas y media de debate en las que los candidatos a la Moncloa trataron de hacerse con el apoyo del votante indeciso.
El debate a cinco tuvo una cuota de pantalla del 52,7%, con una audiencia sensiblemente inferior a la de los debates del 28-A.
"¿Cataluña es una nación, cuántas naciones hay en España?", le preguntó el líder del PP a Sánchez.
Los candidatos dan su propuesta para formar gobierno: Iglesias insiste en el Gobierno de coalición. Rivera se compromete a hacerlo "en un mes".