21 de Septiembre de 2014
Rosario Porto ha contratado, desde la cárcel, un recordatorio de su hija muerta. El Correo gallego la publica este domingo.
El ministro dice que "se habría eliminado la causa que la motiva. ¡Ojalá todos decidieran acogerse a las vías de la reinserción!".
El acusado debía comprobar que un mortero no contenía granadas. Se equivocó y la munición impactó contra la mano de su compañero.
El tribunal le condena por los delitos de falsedad documental, prevaricación y malversación.