Entre los meses de enero y noviembre, la recaudación tributaria se ha quedado marcadamente por debajo de lo previsto por el gobierno. Si el Programa de Estabilidad remitido por el Ejecutivo socialista a la Comisión Europea contemplaba que la recaudación fiscal creciese un 4,6%, los datos de Hacienda muestran que el aumento observado en los once primeros meses del curso pasado fue un 65% menor.
Las cuentas de Sánchez partían de que los ingresos volverían a aumentar con fuerza tras el récord histórico de recaudación que se batió en 2018, cuando las arcas públicas recibieron 208.686 millones de los contribuyentes. Sin embargo, la tendencia de crecimiento para enero-noviembre de 2019 muestra un ritmo de aumento mucho más bajo, del 1,6%.
En términos monetarios, la previsión que fue transmitida a Bruselas hablaba de un aumento de los ingresos hasta los 218.000 millones de euros. Sin embargo, puesto que el crecimiento de la recaudación está siendo mucho menor, todo apunta a que la cifra definitiva se cerrará en el entorno de los 212.000 millones. Estamos, pues, ante un nuevo agujero en las cuentas públicas, que puede estimarse en el entorno de los 6.000 millones.
El descuadre hace imposible la reducción del déficit prevista por el Gobierno, que reconoció el pasado martes que negociará con la Comisión Europea una nueva senda de déficit, porque las "circunstancias económicas y políticas" han cambiado tanto en España como en Bruselas, según declaró el propio Pedro Sánchez durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Así, 2019 será un año perdido en materia de consolidación presupuestaria, con el enquistamiento del saldo negativo en el entorno del 2,5% del PIB y una desviación de entre cinco o seis décimas del PIB respecto a lo anunciado por el Ejecutivo (alrededor de 6.000 millones de incumplimiento, cifra coincidente con la sobreestimación de ingresos descrita en el párrafo anterior).
Tributo por tributo, los ingresos tributarios homogéneos se han compartido del siguiente modo entre enero y noviembre del año pasado:
El fuerte repunte en los Impuestos Especiales se explica principalmente por la integración de la tarifa autonómica en el Impuesto sobre Hidrocarburos. Eso sí: el aumento de la recaudación pudo ser mayor de no ser por las "vacaciones" de seis meses decretadas por el gobierno en el pago del Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica. En cuanto a Sociedades, la evolución a la baja del gravamen está afectada por tres causas: descenso de los pagos fraccionados (casi un 10% menos) e incremento de las solicitudes de devolución (cercano al 20%).
En 2019, la bebida fermentada ingresó a las arcas del Estado 307 millones de euros, frente a los 297 millones de 2018.
El año pasado se incrementaron un 1,6% con carácter general y un 3% en el caso de las mínimas y no contributivas.
"A veces nos llaman agoreros a la CEOE, pero es lo que hay. Con las cosas de comer no se juega", ha dicho el presidente de la patronal.