Grandes marcas tecnológicas y de electrónica se apresuran en sacar sus propios robots aspiradores.
Ya conocida como uno de los materiales más fuertes por su peso, parece tener otra propiedad inusual para nuevos tipos de músculos artificiales.
Los grandes partidos políticos proponen que las máquinas paguen cotizaciones para sufragar las pensiones, pero es un nuevo engaño.