La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha presentado una nueva rebaja de impuestos para colocar a Castilla-La Mancha con los tipos inferiores del IRPF más bajos de toda España. La reforma del IRPF propuesta por el Gobierno regional del PP se sustenta en tres pilares básicos:
Por un lado, se rebajan los tipos de los dos tramos inferiores autonómicos en un punto porcentual a partir de 2016. Con esta rebaja, Castilla-La Mancha se coloca como la comunidad autónoma de España con los tipos inferiores más bajos. Asimismo, se elevan un 10% (el máximo legal permitido) los mínimos familiares por descendientes, ascendientes y discapacitados. El ahorro previsto de ambas medidas para el contribuyente será de 59 millones de euros en 2016.
En 2014, el PP en Castilla-La Mancha ya elevó los mínimos familiares un 5%, mientras que en 2015 se elevaron en consonancia con los del Estado. Los mínimos familiares en la región han aumentado entre 2013 y 2016, en su mayoría más de un 40%.
Así, por ejemplo, en 2015, la cuota íntegra (es decir, lo que se paga antes de deducciones tales como la hipoteca y otras) que paga un contribuyente medio con unos ingresos brutos de 20.000 euros, un hijo mayor de 3 años, suponiendo que no recibe rentas del capital (acciones, intereses, etc..), será un 20% menor que en 2011. Esta rebaja alcanzará el 27% en 2016.
Por otro, se podrá descontar de la cuota del IRPF el 15% de los gastos anuales de guardería hasta un máximo de 350 euros a partir de este mismo año 2015. La deducción será aplicable a aquellos contribuyentes con unos ingresos inferiores a 40.000 euros en el caso de una declaración de la renta conjunta y a 30.000 euros en el de una individual. La deducción supone un ahorro en gastos de guarderías a los contribuyentes de unos 10 millones de euros al año.
Además, ya en 2015, se aumentan también las deducciones en el IRPF por gasto escolar desde 700.000 euros hasta 2 millones, incrementando el número de familias que se beneficiarán de ella.
Estas tres rebajas son de carácter permanente, más allá de 2016. A partir de 2017, el impacto sería el mismo que en 2016, unos 70 millones de euros al año, o un 0,18% del PIB regional. La reducción del IRPF afectará, en gran medida, a las rentas bajas y medias.