"Usted sabe que tenemos que reducir el déficit público y además está de acuerdo. Pero, claro, viene a esta tribuna a criticar que yo lo haga. Si no bajo los gastos ni subo los ingresos ¿Me puede explicar usted cómo reducir el déficit público?". Con estas palabras, Mariano Rajoy respondía a Alfredo Pérez Rubalcaba, este miércoles en el Congreso, durante la sesión de control al Ejecutivo.
El presidente del Gobierno ha hecho del equilibrio presupuestario su principal objetivo. Es rara una intervención ante la prensa en la que no recuerde que "no se puede gastar más de lo que se ingresa" o en la que no reafirme su convicción en que unas cuentas públicas saneadas son el mejor trampolín desde el que impulsarse para superar la actual crisis. Este miércoles, a esa defensa de su política, Mariano Rajoy ha añadido una interpelación directa a Alfredo Pérez Rubalcaba: "¿Cómo reducir el déficit público?".
El socialista no le ha respondido, entre otras cosas porque hacer apelaciones genéricas a acabar con el déficit es más sencillo que ofrecer sitios concretos en los que meter la tijera. Aunque tanto este Gobierno como el anterior han presentado numerosos planes de estabilidad presupuestaria con cientos de medidas, en realidad, sólo hay cuatro formas de cerrar un agujero en las cuentas. Todos estos proyectos pueden incluirse en uno u otro grupo:
Los tres planes de Rajoy
El Gobierno ha presentado tres grandes planes de ajuste desde que llegó al poder a finales de 2011. El primero fue anunciado el 30 de diciembre, tras el primer Consejo de Ministros. Ante la sorpresa de encontrarse con un déficit un 2,5 puntos porcentuales superior al esperado (que luego se convirtió en 2,9 puntos mas), el nuevo Ejecutivo tuvo que improvisar una serie de medidas de contención del gasto e incremento de los ingresos. Aquel paquete de medidas será recordado como el que impuso la mayor subida del IRPF de la historia. Los cálculos que presentó Moncloa en aquel momento decían que el ajuste sería de 15.000 millones de euros, de los que 9.000 millones vendrían por el lado de los gastos y 6.000 por el de los ingresos.
La segunda gran cita del equipo de Mariano Rajoy llegó con los Presupuestos Generales del Estado, que se presentaron a finales de marzo. En esta ocasión, había nuevas subidas de impuestos y nuevos recortes de gasto. El Estado Central tenía que hacer un ajuste del 1,6% del PIB en 2012, para pasar de un déficit del 5,1% al 3,5%, y, además, se enfrentaba a un aumento de los gastos comprometidos (pensiones, transferencias a las autonomías y los ayuntamientos, intereses...) del 0,9%.
En total, la cifra a la que debía hacer frente el Gobierno era el 2,5% del PIB, unos 27.000 millones de euros ¿Cómo conseguirlo? Según Hacienda, recortando el gasto un 1,7% y aumentando ingresos en un 0,8% del PIB. A la subida del IRPF se unía una serie de cambios en el Impuesto de Sociedades para recaudar 5.350 millones más y algunos otros incrementos en tributos menores.
El último paso en este camino llegó el pasado miércoles, cuando Rajoy presentó las medidas pactadas con la UE para acceder al rescate bancario. De nuevo, se anuncian recortes de gasto y subidas de impuestos. En el primer apartado, destaca la eliminación de la paga extra para los funcionarios. En el segundo, la subida del IVA y en el Impuesto de Sociedades. En total, se habla de un ajuste de 56.400 millones, de los que unos 13.530 millones son para este año (el cálculo de Hacienda es de unos 6.000 millones en impuestos y unos 7.500 millones de recortes de gasto). De esta cantidad, unos 9.000 millones son el ajuste que corresponde al Gobierno central.
¿De dónde recortar?
Hasta aquí, los planes de Rajoy. Si se cumplieran, el Estado debería ahorrar en 2012, entre lo incluido en los PGE y las últimas medidas, unos 36.000 millones de euros. Y hablamos sólo del Gobierno central. Sería más que suficiente para cumplir con el objetivo de déficit de Bruselas. El problema es que esta catarata de anuncios no es una casualidad. Si han llegado, ha sido precisamente porque los cálculos del Gobierno se han ido cayendo una semana tras otra.
Mariano Rajoy preguntaba este miércoles a Rubalcaba de dónde podía recortar para reducir el déficit. Aunque el presidente del Gobierno no lo crea, tiene muchísimo margen por delante.
Gasto: a pesar de las repetidas declaraciones de los políticos españoles sobre los durísimos ajustes a los que están sometiendo a la Administración, lo cierto es que las cifras son muy parecidas a las de años anteriores.
Ingresos: si en la parte de gastos el Gobierno todavía tiene margen, lo mismo puede decirse en lo que tiene que ver con los ingresos. De todas las reformas que ha anunciado el Gobierno en estos seis meses, lo que más rápido se ha puesto en marcha han sido las subidas de impuestos, lo que no quiere decir que hayan tenido el efecto buscado.
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