El ajuste de los Presupuestos Generales del Estado recaerá exclusivamente sobre la Administración Central. Las comunidades autónomas y los ayuntamientos recibirán este año más dinero desde la caja común que en 2011. Eso sí, a cambio el Gobierno ha dejado claro a los Ejecutivos regionales que no tolerará "más excusas". A partir de ahora, se acabaron las bromas, vino a decir Cristóbal Montoro y si una administración territorial no cumple con su parte, "el Gobierno actuará".
Este martes por la mañana, todos los ojos (y no sólo en España) estaban puestos en el Congreso de los Diputados. El ministro de Hacienda ha repetido una y otra vez que no es cierto que España haya pasado este primer trimestre sin cuentas: "Había un presupuesto prorrogado y un pacto de no disponibilidad" que limitaba el gasto de las administraciones públicas. Pero, pese a todo, existía expectación por conocer el detalle de cuánto gastará el Estado este año y hasta dónde llegará el ajuste anunciado la semana pasada.
Las grandes cifras
La rueda de prensa de Cristóbal Montoro ha sido multitudinaria y muy larga (más de dos horas). El ministro ha salido flanqueado por sus secretarios de Estado de Presupuestos, Hacienda y Administraciones Públicas. Todo el equipo del Ministerio de Hacienda custodiando a su jefe para la presentación de las grandes cifras de las cuentas públicas:
CCAA y ayuntamientos
Uno de los aspectos más sorprendentes de los PGE está en la parte destinada a las transferencias a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos. Es cierto que parte del recorte de los ministerios lo sufrirán las regiones (a través de partidas que antes se destinaban a sus consejerías), pero no lo es menos que en un año de austeridad, la financiación territorial total sube un 1,35%, hasta los 99.868 millones, de los que unos 84.200 irán a las autonomías y unos 15.600 a ayuntamientos y diputaciones.
Esto quiere decir que más del 61% del gasto teórico del Estado en realidad se envía a alcaldes, diputados provinciales y gobiernos autonómicos. El Gobierno no ha querido tocar estas partidas. Todas las comunidades se han quejado con amargura de que con sus actuales ingresos no pueden hacer frente a sus gastos. Con su decisión, Montoro ha decidido no poner más presión en sus cuentas. Eso sí, a cambio exigirá resultados.
"No más excusas"
En el Gobierno existe el convencimiento de que desde el punto de vista del pago de la deuda y de los cumplimientos de los objetivos de déficit no se puede distinguir entre Administración Central y autonómicas. Si una parte de España cae, todas lo harán a ojos de los inversores internacionales. Por eso, el mensaje de Montoro ha sido claro: todos vamos en el mismo barco.
Esto tiene un elemento positivo para las regiones. Con el respaldo del Estado (los famosos hispabonos estarán en marcha en unas semanas) será más fácil financiarse. Además, esta semana ha comenzado a ponerse en marcha el Plan de Pago a Proveedores. A cambio, el ministro de Hacienda ha sido claro: exigirá un cumplimiento estricto de las obligaciones a los gobiernos regionales y municipales. Y el que no cumpla, sentirá todo el peso del Estado sobre él, lo que incluiría, en caso necesario, una intervención directa sobre las cuentas de la comunidad autónoma de turno.
Las palabras de Montoro
En medio de una gran expectación, Montoro presenta unos presupuestos marcados por los "compromisos europeos". VEA AQUÍ LOS PGE
La subida de Sociedades aumentará la recaudación; mientras, el parón de la actividad económica afectará al IVA.
Los intereses que tendrá que afrontar el Estado por la deuda pública, supondrán un 2,75% del PIB en 2012.
La política cultural española sufrirá un recorte del 10,8%, mientras en lo que afecta a las ayudas al cine se reducirá el 35%.