Un autorretrato de Goya se convertirá en la primera obra del Museo del Prado que viaja a Cuba, rumbo a una exposición en el Museo Nacional de Bellas Artes de este país, según han confirmado a Europa Press fuentes de la pinacoteca.
La obra, pintada por el autor zaragozano en 1815, estará a préstamo durante un mes -del 11 de noviembre al 12 de diciembre- y coincidirá a su llegada con la visita oficial de los reyes a Cuba, un día después de las elecciones generales.
Tal y como explica el museo, esta obra es cronológicamente el segundo autorretrato de Goya que conserva el Prado, muy distinto al de dimensiones reducidas que pintó veinte años antes. Fechado en 1815, según aparece en la incisión de mano de Goya sobre la pintura aún fresca, es retrato de medio cuerpo, de carácter oficial, en el que el artista viste una bata de terciopelo rojo oscuro, similar a las de los pintores en varios autorretratos o retratos de ellos de fines del siglo XVIII y principios del XIX.
La firma de Goya en esta obra, presentándose como Pintor Aragonés, podría indicar que se destinaba a una institución, como una de las academias de Bellas Artes, de Madrid o de Zaragoza. En ese sentido, una variante de este retrato, que se fecha asimismo en 1815, fue regalada por Javier Goya en 1829 a la Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Permitirá dotar de contexto histórico a las obras y autores presentes en su colección.
El Museo del Prado reúne por primera vez los trabajos fundamentales de dos de las mujeres más notables de la Historia del Arte de la segunda mitad del siglo XVI. A través de un total de sesenta y cinco obras -cincuenta y seis de ellas, pinturas- procedentes de más de una veintena de colecciones europeas y americanas, la pinacoteca recorre la trayectoria artística de estas dos pintoras.