Los test de ébola realizados a las cuatro personas que presentaban fiebre este jueves y eran susceptibles de padecer la enfermedad han dado negativos, según ha anunciado Soraya Sáenz de Santamaría.
De los cuatro últimos ingresos, tres lo hicieron en el hospital Carlos III de Madrid (donde ya hay otras quince personas en observación, más la auxiliar de enfermería contagiada, Teresa Romero) y el cuarto en el hospital La Candelaria de Tenerife, donde dos de sus familiares permanecen en observación.
En rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Gobierno ha anunciado que el misionero de la Orden de San Juan de Dios ingresado en el centro madrileño ha dado negativo en el primer test.
El religioso, que llegó a España el sábado procedente de Liberia, entró este jueves en dicho hospital al presentar fiebre, aunque era considerado un caso de bajo riesgo al no haber estado en contacto con enfermos de ébola.
Asimismo, ha dado negativa la primera analítica efectuada al enfermero de Cruz Roja que desde ayer está ingresado en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, en Tenerife, y que era considerado "de alto riesgo".
La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha informado en un comunicado de que los resultados han dado positivo en malaria, por lo que el hospital ha comenzado a dar al enfermo el tratamiento pertinente.
A primera hora de esta mañana se conocía el negativo por ébola de uno de los pacientes que ocupó la ambulancia en la que Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada, fue trasladada al hospital de Alcorcón, y de un ciudadano nigeriano que llegó este jueves a Madrid en un vuelo procedente de París y que se encontraba indispuesto.
Dueños de peluquerías cercanas al domicilio de Teresa Romero cuentan que no hay clientes por miedo al contagio.
Javier Limón, el marido de la auxiliar de enfermería contagiada por ébola, ha escrito una carta a su perro Excálibur a una semana de su sacrificio.
Un pasajero con dolor de cabeza y temblores ha provocado que se active la alerta. El misionero llegó de Liberia el 11 de octubre y presenta fiebre.
Los médicos esperan ahora que "se resuelvan sus problemas pulmonares consecuencia de la enfermedad".